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¡Cristo!, Amor de Sencillez (página 2)




Enviado por Mauricio Uribe



Partes: 1, 2, 3

¡Dios!, ¡absolutamente
Dios!

La conmiseración es tremenda: las
aves, los gorjeos, las olas bravas, el desdén por la vida,
el Ser Celestial, la vida de pecado, la abstinencia sexual; hay
talcosas por las que vivir.

¡Yo vivo! ¿Y vos?, ¿de
qué vivís?

Melancolía de
Cristo

Doy testimonio de amar a
Cristo en la vendimia de las flores,

Doy el apacentamiento de las cosas que no
se olvidan con facilidad,

Doy fe ciega en una posibilidad
unigénita, doy fe.

La vida se concentra en amar al
prójimo; Y la vida es secular también.

¿Qué es lo que deseo
yo?

Yo deseo amar al prójimo y no
desmedrarme con el enemigo;

Yo deseo paz.

La fortaleza en la vida es la fe ciega en
Cristo;

Empero, sus cánticos están en
San Juan escritos;

Yo soy un cantador; un apologista, que
culmina su vida en la mixtura del canto.

¿De qué manera
soy?

Sencillamente poeta.

Buscadme y hallaréis a Cristo,
retorciéndose de amor.

Pero, ¿qué es el
amor?

El amor es la sinceridad del canto que yo
prosigo

Desde mi alma

Hasta tocar tu alma.

¿Me amas? ¿Me
aceptas?

Yo estoy convencido de que
sí.

Amémonos entonces en un solo
canto…

Sección de Amor

Las siluetas del amanecer son
Cristo.

Las ballenas se incrustan en mi costado,
herido, por lanza.

Mis delfines lloran
asimétricamente.

Llorar es de bestias y yo soy una bestia
lúdica.

Jugar de defendernos de Roma y cautivos
estar de Nerón.

Jugar a embellecernos el rostro y
contraernos de risa.

¿Qué es la felicidad?
¿Qué es la algarabía?

Buscar amar y no concluir en el acto de
amor.

Servir a Cristo hasta el límite y
los límites no tienen resistencia;

Los límites son como la
sangre.

Yo he visto tantas cosas: he visto
Vírgenes llorando,

He visto Arcángeles dichosos y he
visto al Nazareno.

¿Qué es lo que deseo para
mí?

¡Deseo a mis hijos!,

¡Deseo ternura!,

¡Deseo paz!

La algarabía de la vida es
tremenda,

La algarabía es selecta como piedras
del desierto.

¡Oh, Cristo!, decidme,
¿quién soy?

¿Un pedrusco?,

¿Un terremoto?

¿Qué soy?, al fin y al
cabo;

Yo soy Tú…

Cristo es Luz

Apetencia es vivir, apetencia
de vivir:

Hay árboles enraizados a mi
cuerpo;

Amar a Cristo que fue crucificado a un
madero.

Enraizada está mi alma, que
vagabundeando,

Es, tremendamente,
efímera.

La vida, en su sutileza, nos aparca de
simbolismos.

La vida es torrencial de amor que clava y
desclava al Nazareno.

Yo soy luz; Y a la deriva, la luz es
eternidad.

Busco amar con sencillez
pero…

No hay sencillez en el mundo.

¿Qué es lo que me
sucede?

Sucedo amor…

La infinitud del amor en Cristo.

Yo amo a Cristo y le venero.

Amando estamos todo en Cristo.

Seguidme y oremos en el
Gólgota.

Somos acreedores de los
desposeídos

Porque, Cristo, fue un
desposeído.

Amémonos en la totalidad de las
yagas.

Servidumbre de Cristo

Amando, yo estoy
feliz;

Amando, disloco el tiempo de
Cristo;

Amando, de soslayo soy feliz;

Amando, me renuncio a mí mismo y soy
feliz.

¡Dame Dios!,
sabiduría…

¡Cristo,
ayúdame…!

No quiero pecar pero soy del
"pecado".

Cada criatura que existe nos
reverencia,

Cada efervescencia de felicidad nos
simboliza,

Cada amanecer nos atormenta,

Somos infelices ya que la piedad es dura de
contener.

Amemos en Cristo y la dicha
será.

Pero amar en Cristo es
dificultoso…

¡Cristo!, es a quien debemos de
adorar.

Yo adoro el dinero,

Y ¿tú?, ¿a
quién adoras?

¿A qué ídolo de
cuerdas de guitarra?

Yo adoro a Cristo y aún a sí
soy un pecador.

Dios no me deja tranquilo;

Dios es poesía;

Dios nos provoca discernimientos; Y, en la
sofocación,

Sólo hay dulzura.

Dadme amor y hallaréis a
Cristo.

La dulzura es seráfica amando,
sólo amando…

Cercanía de Dios

Cristo ha verificado, en su
carne, la resurrección:

Y los pájaros hallan amor en
deforestación.

¿Qué es lo que nos
sucede?

Todo tiempo es mejor;

Amándonos, contemplamos el
abismo;

Y en el abismo

Hay vida.

Yo amo y no soy amado.

¿Qué es lo que nos
sucede?

Hay ciertas maneras de amar que son
egoístas:

Los pájaros hallan amor en la
crucifixión.

Aletean, se desangran, canta.

Los pájaros son

Fértiles…

Busco adentrarme en el cosmos;

Pero, el cosmos es Cristo.

¿Qué es lo que deseas
tú?

Secuencia de Amor

Vastas son las fronteras de lo
real,

Vastas son las metalurgias de
Cristo.

Supongo la realidad y me devasto penando en
aquél.

Doy testimonio de fe.

Me adhiero como un molusco a la carcasa de
la realidad.

Y supongo la vida

Tenue.

¿Qué es la vida?, me
pregunto.

Yo busco amar pero, el amar, es sinceridad
de los afectos.

¡Cristo!, os suplico
piedad.

¡Cristo!, me beneficio con tu
piedad.

¡Cristo!,
bendíceme.

Yo espío el mundo y el mundo me
espías.

No habré de ganar nada

Que, humano, yazga en mí;

Pero he de ganar a vos

Que me lees

Tan quietamente.

¡Cristo!, crucificadme;

¡Cristo!, bendecidme:

¡Cristo!, yo no renuncio a
vos.

Debo de consolarme por el amor a
Dios…

Deber de Amor

Condenación de amor hay
vida en todo aquel que sonría.

Vasta devoción de peces hay vida en
todo aquel que me espía.

Yo busco las disonancias, ya que Cristo, se
agrupa en ella.

Yo busco el sagrado amor de pareja y en
aquel reducto hay amor.

¡Venid!

Sabed que la paciencia es búsqueda
de vida.

Sabed que Cristo dulcifico mi ardor de
Dios.

Sabed que amo pero también lloro ya
que poseo ¡hijos!

Vastedad de insondables deberes de
padre,

Vastedad de sonrisas de hijos
dichosos,

Vastedad de estrellas distantes:

Hay un solo Cielo y ese Cielo es mi
apellido.

Yo me llamo Uribe y mis hijos son
Cristo…

¡Venid a mí, hijos…!,
os bendigo.

Condenación

Acertijo de vida: la
condenación es vasta.

Hay concordancias en la
inmensidad;

T la inmensidad es concordancia

De sutilezas.

Yo busco amar

Y este amar

Es Hijo.

Yo te amo progenie

Hasta la vastedad

De la crucifixión del
Nazareno.

Yo soy el Nazareno;

Pero no el resucitado;

Soy padre de cuatro hijos;

Y padre seré siempre.

Imploro a Cristo por mi vida

Pero mi vida

Son mis hijos.

Cristo, a pedido de Dios dejo esta
vida

Para sumergirme en el canto de la
luna.

Cristo, a pedido de Dios me oprimo el
corazón

A semejanza de mi Padre
Celestial.

Yo huyo pero me hallan los
ángeles;

Huyo inútilmente…

Acertijo de
Cristo

La vida es un desliz de
Espuma

La continuidad de Cristo me
embarga:

Hay humillación en las rocas del
desierto de Atacama

Pero no hay humillación en
Cristo.

Yo persigo la vida y la vida me
persigue.

¿Qué es lo que
deseo?

Yo deseo la vida,

Deseo la vida,

Deseo el amor tórrido de un
despertar tremendo.

¿Qué es lo que me
sucede?

Yo deseo amar.

Amando estoy siempre
pero…

Yo busco el escalofrío del
mar,

Y el mar

Me busca a mí.

¿Me habréis de
contemplar?

La cosmogonía es
infinita,

Y en cada detalle

Hay infinidad.

¿Qué es lo que deseo
yo?

Deseo amor pero Cristo desea
sacrificio.

Yo me sacrifico, es verdad;

Pero…

¡El sacrificio es duro!;

Como las piedras del desierto de
Atacama.

Una vez concluido el
acto,

Nada nos
supondrá.

Embriaguez

Yo observo la luna y la luna
me observa pero, realmente, es Cristo quien me
observa.

La luna se prolonga en el tiempo y este
tiempo es lunar.

Deseo amar con todo el torbellino de la
ventisca,

Deseo acumular vida en el contorno de la
vida misma,

Deseo petrificarme y no concluir el llanto
que me embarga,

Deseo existir y vivir y alimentarme de
Dios,

Deseo tantas cosas que no culmino de
pensar.

Hay un Dios que no escarmienta como un
Cristo que nos acoge,

Hay un Dios que asimila los pecados pero un
Cristo que nos fustiga,

Hay avaricia y hay similitud pero
también hay terquedad.

Yo deseo amor y deseo esperanza.

¿Qué deseas
tú?

Me opongo a los desfases de la luna y me
opongo al sol.

Torcaz de Amor

Yo adoro el estío de
abril y adoro la semblanza de María.

Adoro la vastedad de los clavos que
crucificaron

Y adoro a la anciana que repta
trabajosamente.

Ella es desnutrida, pútrida de
dientes, inmemorial.

Cristo no le ayuda ya que Cristo le
juzgará;

Y estoy cierto;

Al Paraíso
llegará…

Hay ciertas cosas de las que detesto
hablar:

De los pájaros por
ejemplo

Que son asesinados por deporte.

También hay elefantes que son
asesinados por el Rey.

¿Qué es lo que nos
sucede?

¿Hay patria para Dios?

La vida nos asigna de variadas
maneras,

La vida se contrapone a la vida
misma,

La vida se posterga y se
incrementa,

La vida es cuantiosa en
humildad.

La viejecilla ascenderá y sus
maltratadotes, descenderán.

Yo estoy dispuesto a dar mi
vida;

Mi vida estoy dispuestos

Por los perseguidos…

Hay situaciones límites, es
verdad;

La humillación es una de
ellas.

Esta viejecilla es
Dios…

Pulcritud de Amor

Consonancias de vida yo
postergo en mí:

Tengo a Cristo por testigo.

Consonancia de vida tengo a María
por testigo.

La desilusión de ser, la
desilusión de esperanza, la desilusión de
amar.

Me consagro puro en la pureza del
pecador.

He cometido aberraciones, es cierto; pero
amo…

Clamo a Cristo y Cristo me obsequia una
hortensia.

Clamo a María y María me
obsequia un flamenco

(Le habré de cuidar).

¿Qué es lo que me
sucede?

Yo daría mi vida por
Cristo,

Pero Pedro ya la dio; Y de
cabeza.

¡Jesucristo!,
compadéceme…

¡Jesucristo!, aminórame este
golpe en mi corazón

Estoy devastado por vos.

La semblanza del Nazareno es
eterna…

Sutil Amor

Desfallezco de tanto amar a
Cristo y le amo con manzanas.

Yo le amo en la declaración absoluta
de amor,

Yo le amo.

¿Qué decís vos?
¿Le amáis?

Pues bien: yo sí.

Cristo, amadme en la consolidación
de las mariposas.

Yo porfío por esperanzas redentoras,
por amar.

Porfío por iluminarme.

Porfío…

A veces canto desesperanza, a veces
no.

Yo me involucro con mis cantos y mis cantos
son a Cristo.

Infinitamente Cristo.

¿Deseáis algo de
mí?

Pues bien: yo comprendo las sutilezas del
deseo.

Hay amor, hay fe pero no hay
esperanzas.

¿El motivo?;

¡La devastación!

¿Dónde culmina el otrora buen
amor?

¿Dónde culmina la
vida?

Estoy sosegado y despierto y huyo a
Jerusalén.

Decantación del
Amor

Amando soy feliz, cantando soy
feliz,

A Cristo en la religiosidad
laica.

¿De dónde soy?, es la
pregunta.

¿De Dios?, ¿De María?,
¿de mis hijos?;

Pues bien: yo soy de Cristo.

Seguidme y encontraréis vuestra
semejanza con Dios.

Hay situaciones extraordinariamente
disímiles,

Hay vidas que se consagran a la
beatitud.

Mi vida está consagrada a la
escritura

Pero, yo no puedo escribir sin
morir.

¡Muero cada vez que
escribo!;

Ya que escrito con carne de mi
ser.

¡Cristo!, dadme de comer y permitidme
vivir.

¡Cristo!, me ciego de razón
mientras huyo de mí mismo.

La situación es catastrófica,
nada me contiene:

Tengo las yagas en todo el cuerpo;
crucificado he sido.

¿Quién me ha crucificado?; el
Padre Dios.

Me arrepiento de mis pecados y doy mi
absolución.

Un pájaro hierra el
camino;

Y ese pájaro so
yo…

La Vida es Vivir

Yo amo a Cristo; Y de su
sacrificio hay luz.

Yo amo a Dios; Y de su
luminosidad

Hay corazón.

Amándonos, estamos tan
cerca.

¿Qué daría yo por
amar?

Daría mi alma.

Yo adoro a Cristo; y en esta
adoración hay vida.

Vivir la vida es devastar las
nubes,

Vivir la armonía de la cristiandad
es vivir en mariposa,

Estoy tan cerca de vivir,

Tan cerca de amar.

¿Qué es lo que me
sucede?

Estoy amando a Cristo en
espíritu.

Yo vivo, yo estoy rodeado de
luz.

¡Cristo!, buscadme al atardecer mi
corazón.

¡Cristo!, salvadme de la
desolación.

Hay un atardecer que no culmina; Y, de esta
mancomunión,

Hay soledad;

Pero la soledad no es de
utopía;

Es de amor.

¿Dónde me
amaréis…?

Yo culmino amando; Y amando culmino en
el ser…

Cristo

Yo doy la vida por una
petunia.

Estas concordancias son
efímeras.

¿Cómo es que la vida es tan
delimitante?

La vida prosigue y en este proseguir hay
vida.

Yo no claudico. Yo amo a Cristo.

De la cristiandad hay sol;

Pero un alarido de rayos lunares me
sofoca.

¡Cristo!,

Yo no me canso de gritar Cristo.

Daría mis ojos por los
estigmas,

Daría mi satisfacción por la
vida,

Daría mi espíritu por la
veracidad,

Daría mi ser por la tibiedad de la
cruz.

¿Qué es lo que
soy?

¿Qué hay en
mí?

Yo lo ignoro.

Amor de Honestidad

Yo deseo amar a Cristo en su
cruz que sangra estrellas.

Busco el Pacífico que emana de mis
ojos;

Y de mis ojos

Hay tristeza.

Yo deseo amar a Cristo; y de su
amor

Hay belleza.

¿Qué es lo que nos sucede a
ambos?

Yo no sé…

La cruz es divina; y, de su divinidad, hay
estrellas.

Yo estoy seguro: Cristo me ama.

Busco amarle pero la soledad es
tremenda,

Busco saciarme pero la tormenta es
atroz.

¿Qué elementos hay en
mí?

Elementos de paz.

Efervescencia de Amor

Cruz para el
desvalido.

Yo deseo paz,

Busco paz,

Venero la paz.

Hay estrellas

Que titilan

Y hay Cristo

Para la humanidad.

Venid a mí

Y deseadme felicidad.

Cristo está en todos
nosotros

Como Hermano.

Cristo nos venera.

Yo busco amar y dislocarme

Pero tengo tanto pavor.

Canto. Canto y me satisface
cantar.

Canto amor a Cristo en mi
cristiandad…

Santidad

He crucificado mi cuerpo; y en
la cruz, he vertido lágrimas.

Y mis lágrimas

Son fonemas

De estupendos versos de amor.

He deseado estar muerto, y de mi muerte, el
vientre del Nazareno es cruz de ámbar.

¿Qué es lo que me sucede?,
¿dónde estoy?

¿En el Gólgota?

El abismo de la vida tiene olor
pétreo.

Y las consecuencias de la vida
son

Devastadoras.

Yo "Pecador…"

¿Qué es lo que me
sucede?

¿Dónde culmina y dónde
termina el amor?

Yo estoy en desiderata.

Mi alma se niega a la costumbre de
pecar

Pero…

Las estrellas son abismantes.

¿Cómo culminará mi
vida?

Días de Amor

La tormenta es vasta y los
apóstoles tienen frío:

La barcaza zozobra y la tempestad es
amorosa.

Estoy observando desde la perspectiva del
tormento;

Y mi tormento

Es tremendo.

Días de amor para Cristo.

Me alejo y no culmino de
observar.

Cristo —y lo sé—, Cristo
camina sobre las aguas.

La ira de Dios se contiene al tiempo que
desmayo.

Pilatos me crucifica pero Cristo es
salvo.

¿Quién habrá de
morir?

Busco refugio en Canaán y las
tierras son inhóspitas;

Abraham persigue quimeras mientras los
apóstoles, aterrados, gritas.

Yo soy testigo de todo;

Ya que el "pasado" es nuestro.

Griten "¡amen!" con todas vuestras
fuerzas.

Sortilegios de
Amor

Esperando a Cristo

Cruenta es la vitalidad del
Mesías

Que mutila a los traidores.

Cruenta es la vida del
apóstata

Que mutila y crucifica.

Yo doy testimonio de fe.

Mi vida es un sortilegio que,

En bienaventuranza,

Nos somete, nos posterga, nos
arremete.

He amado a Cristo siempre.

Nunca le he despreciado.

Pero mi vida,

De cruenta,

Ha tenido,

Mucho.

Las dificultades son vastas.

Cristo, apaciéntame.

Cristo, ya no soy casto pero soy
puro.

La virilidad es de Efecto y de
acrópolis…

Mutilación

Defender a Cristo es defender
a Dios;

Defenderle es apasionante.

Yo deseo amor y deseo esperanza.

¡Cristo!, no me
crucifiques;

Vuestro Padre, crucifica.

¿Qué es lo que
sucede?

¿Qué martirio es
éste?

La vida se propaga pero la muerte no se
cierne.

Yo doy vida y la vida me da
desasosiego.

¿Qué es lo que
deseo?

Yo deseo vitalidad.

Hay amparo entre ¿los
amantes?

Pues bien: no la hay.

Marido y mujer es lo correcto; nada
más.

Yo estoy crucificado ya que he pecado
mucho.

El Apocalipsis es de mi
corazón.

He tenido muchos amores y ahora canto a
Dios.

Día de Esperanza

He mutilado la vida y la vida
me ha mutilado

Pero continúo amando.

He contenido el tiempo y el
espacio

En un atardecer en mi patio sin
césped.

Busco amar a Cristo y llevo mi cruz desde
adolescente.

¿Qué es lo que deseo para
mí?

Nada.

¿Qué es lo que deseo para
vos?

Todo.

Yo me encuentro extraño.

De noche escuchos voces,

Cantos,

Nocturnos cantos.

Desgraciadamente, tengo
pesadillas

Y a Satanás no admiro; le
esputo.

Yo canto "sabiduría" ya que amo a
Cristo;

De este modo: la circuncisión en
mí es…

Estoica,

Invulnerable;

Espiritual…

Vida Espiritual

Cristo es vida espiritual de
abejas que no tienen avispón.

Cristo es veracidad de la vida que no
atosiga.

Cristo ama en su temperamento
singular.

Cristo es vida…

La virtud de amar es

Delectable.

La virtud de padecer

Es vivir.

Yo amor; por tanto: yo existo.

Amor a Cristo con todo mi ardor;

Y le amo

Fervorosamente.

Yo sé pero callo,

Yo sé perfectamente que no
miento.

¿A quién amar? ¿A
quién despojar?

Yo amo; y estoy cierto; Cristo
también me ama.

La letanía del amor es
sinceridad…

Corazón de Amor

Sinfonía devastada en
todo tiempo:

Yo amo a Cristo y, en la liturgia del
amor,

Hay destello de simbolismo.

Ya no hay serpientes, sólo
ángeles.

¡Querubines!, miradme;

He de cristianizarme por
siempre.

Soñando estoy…

Buscadme entre los íconos
blasfemos,

Buscadme pero me hallaréis
orando;

Me hallaréis clamando a
Dios…

Busco apartarme del rebaño y el
rebaño es mi poética.

¿Qué es lo que
deseo?

¿Amor?, ¿ternura?,
¿sensibilidad?

Yo estoy harto de la tierra que sobrepesa
mi cuerpo.

Estoy harto de tanto embustero.

Declina el sol y callo.

Sed de Amar

Discordia de amar: hubo
ángeles que asesinaron y castigados fueron.

Hubo ángeles que traicionaron y
castigados fueron con el exterminio en la tierra.

Cristo ha padecido la cruz:

La culpa la tuvo Caifás; pero lo
judíos

¿Qué pensar de
aquéllos?

Yo no juzgo ya que no debo de
juzgar.

Quien juzga es Dios por intermedio de
Cristo.

Amada letanía de las cosas
perdidas;

Yo ignoro la vida

Ya que vida tengo.

Me contengo de sabia ya que un árbol
soy;

Árbol de talante

Enternecido

Por los años que no
acaecen.

Estoy cierto; habré de morir
como ardiente leño de mi Cristo crucificado en nombre
nuestro;

Por los siglos de los siglos;
¡Amén!

Nostalgia de Amor

La vida es similitud de
aire:

Nuestra vida es Cristo y Cristo es el
universo.

Yo amo a Cristo y de mi cristiandad hay
pacifismo.

¿Qué es lo que
deseas?

Yo deseo paz.

De donde vengo hay guerras
intestinas,

Injusticia social.

De donde provengo hay
ateísmo,

Hay luchas cruentas.

Vengo cargado de estoicismo

Y no puedo sepultarme vivo.

Estoy rodeado de muerte y huyo al
Gólgota.

¿Qué es lo que me
sucede?

¿A dónde voy?, ¿de
dónde provengo?

¿Soy acaso
insólito?

Yo estoy amando a Cristo con todo mi
ser.

Sepultura de Dios

Vivir es amar y morir es
vivir:

Cristo es el Unigénito y Cristo ama
a Dios.

Yo amo a Cristo y me santifico como
estrellas vivas.

¿Qué es lo que me sucede?,
¿de dónde vengo?, ¿de dónde
provengo?

Hay situaciones nefastas como la
enfermedad;

Pero también hay
desilusión.

Yo estoy contristo y fervoroso al mismo
tiempo:

La lucidez es atípica, yo no
comprendo, yo no juzgo;

¿Qué hacer?, es la
pregunta.

¿Qué cuestiones hay en la
metafísica?

De dónde provengo hay
sólo fetidez…

Pero ahora hay
dulzura…

Insólita
Manera de Amar

Abejas de Cristo

La colmena es el mundo y el
mundo es Cristo:

Yo verifico la verdad de esta
parábola y me supongo "vivo".

¿Qué es lo que me
sucede?

¿Hay atisbos de bondad en el
mundo?

La vida es singularísima; y en su
singularidad, hay vastedad.

Amar a Cristo es vastedad;

Amarle siempre…

Yo vivo rodeado de cactus, y el follaje me
alegra.

Vivir la vida es solemne ya que hay
alegría en la vida;

¡Vivirla en plenitud!;

Siempre…

Yo amo a Cristo y le soy fiel.

Cristo es Amor

La retórica es bella
pero putrefacta,

Cristo habla en
parábolas;

Y, sus parábolas,

Son pan de vida.

Yo le observo en su experiencia humana y le
amo;

Sin distinción;

Le amo expresamente hasta el límite
de lo humano;

Yo le adoro cada magulladura, cada mano
claveteada; yo le amo.

Mi experiencia es
mística:

De amarle es todo;

Absolutamente todo.

Pero… ¿habrá tiempo
para mí?

Yo he pecado horrendamente.

Dios es mi testigo.

Te pido excusas mi Dios por haberte
traicionado tan vilmente.

Busco a Cristo con todo mi
ardor.

Elementos de Amor

Yo dudo de mí pero no
dudo de Cristo;

Me santifica, me ama.

Yo le adoro en el contorno de las
gaviotas.

¿Qué posibilidades hay de
morir?

Hay una vastedad de
posibilidades.

La vida no se siembra, la vida se
cosecha;

Como el vino a su
disímil.

Yo estoy contento de amar

Y me verifico santo

En la calidad y cuantidad de
pecador.

Soy…

Mi Cristo, acariciadme los
dedos,

Que, petrificados tengo.

Dadme amor y bendecidme por
siempre.

Hay parábolas que no se pueden
cantar;

Y este amor que yo os
profeso

Tampoco.

Tiempo de Apertura

Me verifico a mí mismo
porque Cristo me verifica:

Las cúspides de las montañas
son vastas;

Y, en cada cumbre, hay un santo.

Yo no puedo trepar;

Los santos descienden.

Estoy en la planicie especulando sobre
Dios.

¿Qué es lo que me
sucede?

Yo amo a Cristo y me crucifico en
Jerusalén.

Le he visto y es
bellísimo;

Su alba túnica le cubre el
rostro,

Y, bello, bello es.

¡Cristo!, este grito es de
santidad.

¡Cristo!, verifícame tu
hermano y tu discípulo.

Yo no quiero nada; mas quiero tu
amor.

¿Qué es lo que me
sucede?

Absolutamente nada.

La nieve me ha taponado los
oídos…

Desolación de Amor

Amarle es provocar espasmos,

Amarle es santificarnos,

Amarle es, cognicitivamente, denunciar a
Cristo como el salvador.

Yo le amo en la pericia de las
uvas,

Yo le amo en la confidencia de los vinos
que no bebo, ya que soy abstemio por enfermedad.

Busco amar en lo eterno, busco
sinceridad.

¿Qué es lo que buscas
tú?

Yo busco amor, yo busco un mundo caudaloso
donde los ebrios, que son vastos, al Infierno tengan la seguridad
de que van a ir a parar;

Pero este mundo en nada creen, sólo
en la liberalidad.

Hablaré claramente:

Las aberraciones sexuales son
"aberraciones"

Y quien las comete es un
aberrante:

La homosexualidad es pútrida y el
aborto un crimen de aberración;

Todos los que cometen aberración son
puros en este mundo de degenerados;

Pero después de muertos se van al
infierno;

Yo he cometido muchas
aberraciones

Nuestro Padre Celestial me ha revelado en
sueños que el infierno existe; y que los degenerados son
crucificados a la roca viva; yo no juzgo…

Pero, ¿cuántos
más?

¿Y ahora hay matrimonios entre
purulentos vestidos de frac?

Yo no comprendo la maldad de este
mundo.

Cristo es Amor

Cristo no me juzga, Cristo me
ama:

Las huellas en las rocas son
eternas,

Hay rocas en mi país;

Yo soy de Chile; y la costa chilena, es
telúrica.

A veces camino en soledad por las
rocas:

Estallan las olas; he visto a extranjeros
humillarse ante las olas.

Hay que tener mucho cuidado en no
morir;

Porque el Pacífico es
terrible;

La costa oceánica es
atroz:

Hay maremotos, hay terremotos;

De este modo: mi poética es
divina;

Ya que Dios es Chile pero Dios abjura de
Chile.

Yo amo cada gramo de Cristo que se
cristaliza en las rocas de mi país;

Amo el contorno de la silueta de
Cristo;

Y, entre las rocas, yo le observo
mariscar.

Cómo no recordar a los
mariscadores;

O a los tragados por las aguas.

También hay sobreviviente que aman a
Cristo.

Yo vivo en la costa del mar
Pacífico;

Vio entre las rocas porque soy un
molusco;

Desterrarme a Barcelona y procuraré
llorar por los muertos.

Amando a Cristo, me crucifican mis
compatriotas.

¿El motivo?, yo lo
ignoro.

Siluetas del Amanecer

Soy feliz de amar a Cristo; y Cristo es el
cosmos que nos santifica en cada destello de la costa de
Chile;

Desde Punta Arenas hasta la
Antártica

Hay Cristo,
desmadejándose;

Hasta vastedad desde la Antártica
hasta Temuco;

Y hay Cristo,
desmadejándose.

Desde la intrincada selva mapuche hasta la
Oceanía en isla de Pascua,

Hay Cristo,
desmadejándose.

Desde el telúrico y salvaje Santiago
de Chile

Hay Cristo que soporta el
pecado.

No habré de olvidar el
norte:

Tiltil, Coquimbo, Serena, el norte chico,
el norte grande;

¡Antofagasta!, Iquique,
Arica;

Desde la Antártica hasta el
principio del sur; y del sur hasta el exterminio del norte en la
ciudad de la eterna primavera,

Hay Cristo que nos seduce con su
canto;

¡Seguidme!, y propugnemos una
vastedad territorial con ballestas que asesinen al
degenerado;

Mi pobre país es simiente de
iniquidad;

Y yo canto a Cristo y canto a mi
país;

Somos un país de
pecadores;

Los gobernantes son degenerados;

Hasta el izquierdismo es degenerado;
compran camisas con modistos

Y gastan millones de euros en financiar sus
estipendios;

Una corbata de un millón de
pesos

Mientras el jornalero gana doscientos mil
pesos brutos;

Los descuentos son para la
eternidad;

Yo amo a Cristo y Cristo me bendice y me da
fuerzas.

Y estas denuncias no son
poéticas;

Son denuncias
apostólicas.

Que el Papa sepa, que en Chile, aún
en democracia,

Los gobernantes y los no
gobernantes,

Violan los derechos esenciales del
pueblo;

Yo soy pueblo y me han violado y me han
vejado y me han insultado;

Pero yo soy poeta y soporto pero mis hijos
no.

Admiro a García Lorca y espero que
no me asesinen…

Estoy esperando la intrincada puerta
del destino…

Amor de Cristo

La sinceridad de amar a Cristo
es bendecida por Dios,

La sinceridad de amar al Mesías es
vasta como el cosmos,

Yo amo a Cristo y no le bendigo ya que yo
soy una raíz de sus cabellos.

Yo bendigo a tus hijos porque tengo
potestad sobre ¡todo!

Creedme, Soy…

He divagado como un monje,

He muerto como un monje,

No soy un monje,

Tengo tantos hijos que ya no
sé.

¿Qué es lo que deseas
tú?

Yo sé que deseas paz

Pero ¿por qué maltratas a tu
hermano?

Hay árabes y judíos pero
también estamos los cristianos.

Yo sé que Cristo es el
Unigénito;

Pero, ¿vos?

Confías en mí.

Yo soy la raíz de Cristo y
¿tú?, ¿quién eres?

Hay ciertas cosas que somos incapaces
de comprender;

El amor

Es una de ellas…

Sinceridad de Cristo

Cristo es amado por la
humanidad,

¡Cristo!,

Desciende.

Yo te amo desde niño; ¿y
tú?, ¿me amas?

Soy un pecador irresoluto;

¿Y tú?, ¿me
perdonas?

¿Qué es lo que deseo yo para
mí?

Yo deseo esperanza, felicidad,
amor.

Hay cosas que son inciertas, pero, hay
vastedades humanas que son cosmos, como diría
Whitman.

Yo me comprometo a amar a mi
prójimo;

Me comprometo a bendecir a Dios en todos
mis actos.

Cristo es perfecto

Pero yo también puedo alcanzar la
perfección.

Dadme, Padre, un guiño

De esperanza.

Soledad de Cristo

Yo vivo la soledad de Cristo
en carne propia,

¡Le vivo!, ¡le amo!, ¡le
adoro!

La soberbia de su personalidad: el canto de
su cantar;

Sus bendiciones.

Hay amor en todos sus actos;

Y su liberalidad, no es tal; su liberalidad
es esperanza.

Yo canto a Cristo porque Cristo es
amor.

Yo le amo intensamente; de pie a cabeza;
¡Yo le amo!

La sinceridad es vasta; y, esta
vastedad,

Es un clamor de esperanza que conlleva
¡mi vida!

¿Amarle? ¡Sí!
¿Desearle? ¡Por su puesto!

Cristo es bendición; y, en mi vida,
Cristo es plenitud.

Sinceridad del
Apocalipsis

He allí al traidor pero
no hablaremos de él…

Yo soy un remanso de agua viva,
Soy…

¿Qué eres
tú?

Hay tantos cantos de amor, hay tanta
versatilidad.

Yo deseo cantar al cuerpo pero al cuerpo de
Cristo;

Es bendito, es dulce como la
miel.

Yo le he probado; y, en embriaguez, he
colmado mi espíritu de sinceridad.

Busco amarle sin tormento,

Busco recaudar fuerzas; y, mi sinceridad,
es un río.

Seguidme en la ruta del amor y yo no
habré de continuar, no habré de vivir, no
habré de renacer.

Estoy tan triste. Pero estoy alegre
también.

Estoy cerca del amor. Pero estoy lejos
también.

¿Quién habrá de
amarme?

¿Juan?, ¿el que
bendecía con agua?,

¿Pedro?, ¿el que le
negó?,

O, ¿yo mismo?, ¿qué de
traicionarle le he traicionado?

Yo espero perseverar en la cristiandad y
amar; amar a Cristo.

Busco fuerzas pero no las
encuentro.

Cristo es Versatilidad de
Amor

Es oriundo de
Belén pero vivió en…

¿Un misterio?

Han pasado dos mil años y todo
es un misterio.

Yo le conozco a la perfección,
¡le vi!

Tiene una cofia alba y es
bellísimo.

Le vi y me
habló.

Yo, contento, sólo atiné
a enmudecer; porque; pecador he sido; pero, un pecador
arrepentido.

Me bendigo a mi mismo y me extiendo
entre Dios y el Unigénito.

¿Qué es lo que
deseo?

¿Qué fenómenos son
tales?

¿Hay versatilidad en el
amor?

¿Hay
Apocalipsis?;

Pues bien: los
hay…

El mundo no habrá de acabar
cómo piensan algunos incautos; el ¡mundo! es eterno;
He allí el misterio.

Yo invoco sabiduría; Dios es
amor en plenitud;

Y Cristo

Es Dios de hombres
vivos;

No de excremento
humano;

Creedme

Y no permitid que el gusano corrompa
vuestros huesos;

¿Vos?, ¿queréis
ser alimento de carroña?

Yo aquí declaro mi
testamento:

"Quiero reposar en Cenizas y que mis
cenizas estén en mi hogar"; esto quiero para
mí.

Cristo es belleza; Y, creedme; Cristo
también es amor.

Sensación
de Amor

Estío de Amor

He soñado con Dios y
Cristo ha murmurado:

"El invierno de estío es
tierno".

La semblanza del Apocalipsis: las avecillas
son devastadoras en tiempos de paz.

Yo busco amar y busco el
tormento.

Mi Cristo no ha tropezado con piedra
alguna; pero yo he tropezado con rocas y, de caer, he
caído; mi Dios está enconado conmigo; yo no le doy
satisfacción a pesar de todos mis esfuerzos y de todo mi
llanto; yo soy un pecador.

He soñado con Dios.

He vivido con Dios.

He luchado por Dios.

He decidido mi vida por Dios.

¿Qué soy? ¿Un hombre
"dual"?

¿Hay esperanza en mi
porvenir?

¿Hay soledad por doquier?

¿Qué es lo que hay?
¿Futuro?, ¿esperanza?

Mi Cristo me aconseja,

Mi Cristo no me amenaza,

Mi Cristo me obsequia amor,

Mi Cristo es pureza,

Mi Cristo no se mutila;

En cambio; yo sí…

Tiempos de Paz

He decidido amar la
incertidumbre de Dios; pero nuestro Padre no es dulzura; es fuego
de amor; ¿cómo le comprenderé?

Hay situaciones vastas que yo no asimilo;
yo le amo y, en su estigma, he depositado todas mis
esperanzas.

Busco resarcirme, busco su perdón;
sé que he pecado pero…

Hay límites, también hay
dulzura:

Yo amo la vida y la vida me ama.

Cristo me bendice con abismante
poder;

Y, de su poder, hay palomas de
paz.

Yo he de vivir, he de contemplar el
universo

Con mis propios ojos. ¡Sencillez de
espíritu!

Soy Templario a los ciliares de los
obreros.

Soy poeta en el abismo de Dios.

¿Qué soy?, es la pregunta que
me hago todas

Las noches: ¿Profeta?,
¿mensajero?, ¿un soñador?

Yo busco el amor en todas las
esferas;

Y, en cada anochecer, mi corazón
boga

Por los infiernos. De amanecer he de
vivir;

Y, de vivir, he de morir;
pero…

¡Cristo es mi bendición!; Y mi
Cristo es…

Firmamento, ¡teorema de
Apocalipsis!,

Instrumento de pecador, paz para el
hermano.

Yo bendigo con sencillez, ya que mi canto
es sencillo.

Domingo de Ramos

La divinidad es Cristo y en
cada cruz hay un estereotipo de fenómenos existenciales;
no hay esperanzas en los estados mentales desastrosos del
alma.

Yo he buscado amar y he hallado dulzor en
cada objeto que no he de impregnar con mi pecar; hay objetos
puros como un roble en cruz ardiendo.

Yo he deseado la tolerancia del abismo; y,
de intolerancia, he hallado traidores por doquier.

¡Sesgadme!, hay luz en el
atardecer.

¡Amadme!, hay fuego en el
crepúsculo del amanecer.

Hay tiempo también para
amar,

Hay tiempo para la esperanza.

Yo supongo una ternura en mi
Apocalipsis;

Y también supongo: un crisma en mi
costado pecador.

Yo deseo tiempo para amar; ¡yo deseo
plenitud!

Hay ciertas cosas que no
comprendo:

Una gaviota herida en Jerusalén y
destrozada por la chusma.

Esta gaviota es nuestro "Pan Nuestro de
Cada Día".

Yo suplico amor en abundancia; pero
también suplico

Crucifixión. En hebreo son mi
mensajero;

Y en castellano soy Uribe.

¿Qué temeraria templanza hay
en la manera nuestra de atardecer?

Sinceridad de Reflexión de
Amor

He amado y he deseado a
Cristo: la desilusión no es tal para mí; ¡yo
le amo con la coraza de un Arcángel que devasta ciudades,
como Roma pecadora!

He deseado amar en la disyuntiva del Hijo
que no rechaza al Padre pero que el Padre rechaza al Hijo;
¡esta es mi disyuntiva!

Hay situaciones disímiles, que nos
convocan.

Hay amor en dificultad de amar, ¡hay
vida!

Yo amo a Cristo en pureza, le amo en
discordancia.

Yo le busco pero no le encuentro, yo soy un
creyente.

¿Qué es lo que me sucede?
¿Qué es lo que busco?

Mi boca tiene esperanza y mi piel, fe. Yo
soy padre

De hijos que han nacido para
embellecerme;

Yo soy padre y mis hijos son ángeles
que devastan

Mi corazón. Yo no huyo de Dios, yo
le persigo;

Pero Dios es terrible; me golpea con
furiosa celosidad.

Hay vida en mí y mi Cristo me
protege de todo

Arte que no provenga del Altísimo.
Yo

He prometido amar, he prometido
contenerme,

He prometido no pecar. ¿Habré
de soportar a Dios…?

Arte de Amar

Cristo, he de amarte en
espíritu: ¡Mi cristiandad es sacra!; yo le amo con
toda mi devoción; de este modo es el amor.

Busco entre las camelias a Cristo pero
Cristo se halla entre las pagodas: los que le aman son
mensajeros, son poetas, son obreros, ellos y sólo ellos
habrán de sellar el pacto entre su carne y nuestras
carnes.

Amar no significa enamorarse: amar es
crucificarse.

A mí me crucificaron y terror tuve
de morir; pero;

Hay ciertas cosas que, Padre, conoce. Padre
es perfecto.

Yo le conozco ya que soy Hijo y como tal
sufro escarnio

De los hombres. Me han crucificado, me han
traicionado;

Y sufro. Sólo tengo hijos por amor;
Y, este amor, es

Sagrado. Yo soy tolerante con los
murmuradores;

También soy tolerante con los
pecadores; pero no soy

Tolerante con los asesinos ni con los
abortistas;

Hay que ser tolerantes con el hermano que
sufre;

Pero; quién vive en la
abominación o en la aberración

Sexual debe de ser condenado por el sagrado
manto

De la oscuridad. Decapitados son

En el infierno. Yo amo a Cristo y le
sigo…

Sensación de Amor

Yo doy todo por amor, doy
satisfacción a mi Padre; he deseado amar a Dios en mi
totalidad y le he hallado leyendo mis textos; yo deseo amar en la
totalidad.

Busco amar en congruencia a Cristo, que es
mi Hermano y Maestro Mesías: los pájaros son
símbolo de satisfacción humana. Hay tantos
pájaros en mi vida; hay virtud de amar en el trino de una
avecilla, cantando, en atril de pulcritud; donde nada es; pero
todo es…

Yo me extiendo sobre la tierra,
ronroneando;

Y vivo rodeado de pececillos que buscan mis
manos;

Hay tanta vastedad en mi vida, que yo no
comprendo.

Yo busco la disolución de las
camelias; y las camelias son

Un prado infinitamente humano. Cristo
es

Incógnito. He allí el
vislumbrar de mi corazón.

Yo he nacido hombre de cuarenta y cuatro
años.

Y soy tan dulce que no hay muchacha que se
contenga.

Buscando estoy al Nazareno por los
derroteros de la vida.

Me inclino y soy feliz y no culmina mi
vida.

Desde cierta distancia, observo una
estrella

Y esta estrella, es un canto de
esperanza.

Buscad a Cristo y bendecid a vuestros
hijos;

Nada hay más bello, que la comunidad
humana.

Afectos

Desde siempre he vivido del
amor: de ángeles, de arcángeles, de nuestro Padre
Celestial; yo he condenado pero he vivido en armonía.
Tengo hijos maravillosos y un nieto. Busco a Cristo con
desesperación.

Amando estoy la virtud y he hallado un poco
de admistía entre tanta infecta ponzoña de los
conglomerados económicos. Hay vida en el submundo,
también hay insatisfacción.

Desde nunca, yo busco amor, y mis afectos
son sinceros.

He ¿de condenarme por satisfacerme a
mí mismo

Buscando a Cristo? No hay orden en el
mundo; hay

Impureza. Yo busco la inclinación de
amar; eso es todo.

¿Qué buscáis vosotros?
¿Amor? ¿Realeza? ¿Impureza?

Hay tantas maneras de encontrar a Cristo:
huyen de mí

Las golondrinas; ¡Huyen!
¿Qué es lo que busca nuestro

Padre? Yo sé; perfectamente; Pero,
acato el silencio.

De donde provengo, vosotros nada
sabéis;

Es imposible saber. Vuestra candidez no
es

Cristiana. La ponzoña del demonio es
británica.

El cuestionamiento es simple: "No
atacad

Con bombas nucleares; ya que yo tengo
hijos

Que son sagrados para mí". Escucha,
Reina Madre; ¡Reza!

Amor de Cristo en
Benevolencia

Amar significa no desobedecer
a Dios: hay océanos que son concubinas de Dios, hay vastas
soledades que corcovean en el regazo de Dios; pero también
hay Cristo.

Yo busco el amor de nuestro Mesías
en plenitud; le amo y hallo perlas en hombres enhiestos y
furibundos. Estos hombres son pobres y oprimidos. Yo
desearía ayudar pero…

Amar es simbolizar un encuentro de
bienestar.

Amar es buscar caminos opuestos al
rencor.

Amar es bendecir en espíritu a
nuestros hermanos.

Amar es, virtud, es, concomitancia de
nuestras

Emociones. Yo sé perfectamente que,
amar, es Dios.

Busco la carencia de las emociones que nos
embargan.

Desde siempre he hallado dulzura y
benevolencia;

Pero, hay carisma también y
búsqueda existencial.

A Dios debo la vida y a Cristo me
sacrifico.

Yo amo a nuestro Mesías y devoto
soy.

Le amo y vosotros ¿le
amáis?

Deberías. Cristo no es un
símbolo, un es cruz,

Cristo es pureza y llaneza de los
sentidos.

Yo le conozco, somos Hermanos en
martirio.

Efecto

ACristo he hallado en soledad,
esperándome; yo en soledad también: hay certezas e
incertezas pero también hay fe.

A Cristo he observado peregrinar por
Damasco en actitud benevolente con arcángeles que le
protegen y con santos hombres que nos bendicen.

Dudo de mí porque soy
imperfecto.

Dudo de mi propio carisma ya que soy
imperfecto.

¿Dudáis de mí? No
deberías, pero dudáis.

Yo Soy…

Amando estoy a Cristo y me
bendigo

A mí mismo como si fuera un
cosmos

Envolvente, colmado de
epifanías.

Amando estoy a Cristo.
¡Seguidme!

La dulzura de la vida es sencillez de
espíritu;

La vida en sí, es sencillez de
espíritu.

¿Qué deseáis vosotros?
¿Riqueza? ¿Pureza?

Nuestra amistad es vasta y, en vastedad
hay,

Sentidos incongruente; ya que, nuestro
Dios

Es inmarcesible. ¿Buscáis
perdón?

Pues bien: leed mis textos, que son
sagrados.

¿Buscáis amor?; pues bien:
tocad mis manos,

Que son sencillez de corazón.
¡Yo Soy!

¿Qué es lo que
deseáis? ¿Espiritualidad…?

Amor de Esperanza

El sesgo de la
civilización, la materia podrida del mundo, la
insatisfacción de la mujer amada, el síndrome de la
beatificación a Karol Wojtyla: ¡la hecatombe de los
marianos!, ¡la maldad del mundo!, ¡la benevolencia de
mi hembra!; ¡Yo te bendigo!; ¡Yo soy testigo de
Dios!

Amar a Cristo y conectarnos con nosotros
mismos; ¡amarle en cada contorno de los sueños!;
¡Yo vibro con el mundo; y el mundo vibra con mi
espíritu; pero mi espíritu no es humano; yo soy un
rosal!

Desde siempre, compenetrados de
hermandad.

Desde la ilusión del verbo viviente,
hasta el Hijo.

Yo busco satisfacerme entre nubes que
hablan del Mesías;

Y, estas nubes, son ángeles con
sagradas espadas

Que degüellan a los desgraciados
pornográficos médicos,

Que abortan en clínicas
clandestinas. Yo tuve novias,

Tuve amores; Y, una de ellas, muy traviesa
y rubia,

En la calle murió, desangrada; No
tuvo el abortero

Piedad; y, la doncella, ahora, en un
pudridero,

Ya no piensa en mí, ni siquiera
piensa en la criatura;

No tiene vida, no tiene absolutamente nada;
pero…

No fue mi novia, yo sólo la amaba.
Sus restos reposan

En Santiago de Chile; ¡colmena de
degenerados!

Yo tuve una novia que fue violentada y,
amando a Cristo,

Resucitó…

Infinito Amor a Cristo

La verdad es que, yo admiro
los tulipanes, pero, la paz hegemónica de Cristo es,
mutual, es, peregrina, es, bizantina, es, ortodoxa, es, ritual.
Yo confieso mi escepticismo, pero, ¡amo!; Yo: ¡amo!;
Y, a Cristo, deseo la paz mundial.

La vitalidad de la vida es tremenda, yo me
admiro de los clavos, me admiro de los franciscanos, pero,
también del papado, me admiro de Roma y de la pulcritud de
sus "engaños". ¡Amo!; eso es todo.

Yo daría mi vida por la esperanza
humana y no engañar,

Daría mi escapulario, que no
contiene bautismo, por…

No contradecirme; Pero, entre mugre vivo,
entre infierno,

Entre pestilencia, entre porquería
humana en este…

Santiago de Chile del…

Hay vida espiritual en mí; Pero,
también hay

Sabiduría. Yo me pregunto:
¿habrá pájaros errantes para
mí?

Yo lo deseo, pero, a Cristo he prometido
admistía;

He prometido ambición de argollas
florales, he prometido

Humanidad, he prometido sentido de
bienaventuranza,

He prometido jolgorio de vida que no
culmina en mí;

He prometido. Acaso, ¿prometer es
de…

Degenerados?; En fin; mi vida es milagrosa.
Estuve muerto;

Y resucitado estoy. Hay vida; yo sé
que hay vida…

Situación de
Amorío

He amado a una doncella:
¡incógnita!, pero yo tengo votos de castidad y de,
pobreza, absoluta; Pero, estos votos de castidad son…
¡Santos!; No son castidad genital; es castidad
¡pura!; ¿Me comprendéis? Yo hablo con Dios;
y, a Cristo, quise obsequiar estos cantos que, son cantos
revolucionarios; ¡son sonetos rebeldes!

He amado a Cristo con todo mi
corazón y este corazón es un arquetipo de
párroco de pueblo en regiones australes de mi país
austral. Yo soy de Chile, y de Chile, son mis ancestros; Pero,
del País Vasco, provengo. ¿Qué angustia
provoca saber todo aquello de mí? ¡Me
provoca una angustia tremenda!

Yo deseo paz, deseo estoicismo, deseo
finisecularidad,

Deseo escrutinio entre el pontificado, nada
de sustitutos;

El Papa es romano; pero no peninsular.
¡Roma!, tengo tantos malos recuerdos de Roma.

Allí, murió Pedro, el
discípulo, invertido, y crucificado

Al revés. Yo deseo sinceridad entre
los jóvenes,

Deseos amor universal en cada argolla
matrimonial.

Yo tuve una de aquellas pero… el
pacto con Dios fue truncado;

Fui adúltero… Intento;
¡Juro bajo anatema!; ¡Juro

Piedad por Dios! Me conduelo de los
mendigos de mi país,

Hay tanta insinceridad entre mi gente;
Pero; mi pueblo

¡Lucha!; comemos ¡feca!;
porque, ¡feca nos dan los ricos!

Karol Wojtyla evitó un fratricidio
en estas tierras incógnitas;

Pero, equivocó el rumbó. No
hablaré de este santo, a quien maldije;

Hablaré de mi obediencia absoluta al
cosmos; Y Cristo es…

El Cosmos…

Bendiciones

Canto alegremente a Cristo;
Cantando estamos todos. ¿Qué?, acaso ¿la
impureza no será derrotada por Dios?; ¡la impureza
será derrotada por Dios!;
¡creedme!

Canto alegremente con mi garganta de
terciopelo en aras de un devenir con niños que ya no
mueren de hambre ni de sed… Hay vastedad en mi canto,
vastedad de pureza.

Alegría de vivir, alegría de
esperanza, alegría de gemir.

Un sol es vitalidad de Roma; pero, esta
Roma no es papal;

Esta Roma es Sudamérica, es Congo,
es Israel, es Vietnam,

Es América del Norte, es
Sudáfrica, es China comunista;

Esta alegría es de paz pintada por
Picasso; esta alegría es

Neoyorquina, esta alegría es
catalana, esta alegría es

Marroquí, esta alegría es
cristiana, pero también musulmana;

¡Alegría de hermandad!,
¡alegría de vitalidad de hombres puros!

Hay tanta belleza, hay tanta sinuosidad,
hay tanta

Sublimidad; Pero; esta alegría que
yo propugno,

No contiene sabiduría humana;
¡Alegrémonos!;

Sencillamente; ¡Alegrémonos de
Cristo!; ¡Alegrémonos

De la sinceridad de Beethoven y de nuestro
conglomerado

Humando! Yo pido paz, al tiempo, que, masco
pan.

Santidad de Cristo

La verdad no es mezquina, la
verdad es tenacidad. Un sol nos irradia impermanencia; pero;
también irrealidad. A Cristo he hallado llorando; Hemos
conversado:

"Pecador has sido y condenado". Me
ha dado tanta pena que se me han secado los ojos; Si tuviera que
pedir perdón no habría libros en bibliotecas
gigantescas que empastar; ni siquiera ríos de alpaca de
estaño y soledad. ¿Qué habría
entonces? ¿Ateísmo? Yo no soy ateo, yo sigo a Dios
hasta la muerte.

Estoy enamorado de Cristo y mi amor es
natalidad:

Hijos le he dado por la tierra; y, en
castidad, vivo.

Amando estoy, en pulcritud, en
sembradío, en desvarío.

¿Qué es lo que desea nuestro
Padre?; ¡Abnegación!;

Cantando estoy a Cristo. La similitud es
tremenda:

Hay un sol que no expira en nuestro
devenir;

Este sol es de bienaventuranza y de paz en
el corazón

Del hombre. Yo amo a Cristo y, hasta el
exterminio,

Le sigo. ¿Y vosotros?,
¿qué hacéis durmiendo?

¡Despertad!, que un nuevo mundo hay
en mí.

¡Buscadme!, Yo Soy…

Callo. Las hojas de los pétalos nos
inundad; y, en cada hoja,

Hay un Cristo. Pensad en los evangelistas y
procurar esperanza.

No temáis por el desastre
nuclear;

No debéis temer; yo estoy
aquí, con mi poética, rezando

Por la paz. ¡Amad a Cristo y olvidaos
de los prejuicios!;

Amando estamos todos en
sacramento…

Sinceridad de las Hojas

Hay virtud en el amar, hay
cosmogonía en Dios, pero, en Cristo hay una vastedad tan
inconmensurable que las aves, al volar, ya no vuelan ni planean,
las aves se desintegran convirtiéndose en un
tardecer.

Hay sinceridad en mí, pero,
también hubo desastre en mí; pido excusas a mis
lectores, pido clemencia a mis condiscípulos, pido mil
fehacientes inverosímiles aterradas ilusiones a mis hijos;
porque, de joven fui un "horrendo".

La virtud de amar no se conduele con los
afectos sagrados.

La virtud de amar es sencillez de
espíritu, es similitud;

Amando, no desobedeciendo a nuestro Padre;
¡Cristiandad!; ¡Eso!;

Busco pájaros en el estío de
un horizonte cuadricular.

Deseo esperanza para las raíces y
para los árboles;

¡Yo deseo!; la hermandad es de piedra
a piedra;

Y de súplica a súplica; pero;
hay que tener paciencia;

Ya que, el amor, es continuidad; y Cristo
nos necesita.

Clavado está en un madero, pero, yo
tengo un madero,

Que desclava. Venid a verlo a mi casa; es
un árbol bellísimo, que no da sombra; sólo
da armonía.

Venir a mi hogar y, en desnudez, cantemos;
¡Eso!

La lealtad es de veracidad de espigas;
pero, las espigas son

Camelias, que, en el costado de Cristo
florecen;

No me busquéis a mí, por
favor; yo no soy quién…

¿Dudáis…?

Amor

De amar, yo sé. De
amar, Él sabe, le conozco, vosotros le conocéis; y,
¿por qué le rechazáis? Todos dirán
que no; ¡Zánganos murmuradores!, ¡país
de idólatras!

De amar, yo sé; ¿y vosotros?;
Hablo a mi pueblo; a Chile. Me asquea y me repugna Chile, con su
gente, con su insanidad, con su mugrientas calles con feca de
perros hogareños; ¡feca del infierno!

Amor es lo que necesito. Y de amar, estoy
refugiado

En Cristo. Infinitas olas hay en mí;
Y, en altar de santidad,

Un oasis de serafines y de silente poeta
que canta al mar.

Honestidad tengo yo; pero; no me
busquéis para

Consolarme. Necesito comida, pero,
sanísima, ya que,

Corro demasiado peligro inspirándome
en Dios.

¡Cristo es mi vértice!; y mi
camino es largísimo;

Tengo entusiasmo de los jóvenes que
protestan

En todas las ciudades del mundo; ¡de
ellos es el

Futuro!; no de los pringosos. Buscadme si
deseáis

Pleito; pero, de amar, buscadle a
Él;

A nuestro Cristo; a nuestro
Nazareno.

Hay santidad en sus enseñanzas;
Bendecidle

Con cada acto humanitario;
¡Bendecidle!

Amando la Santidad

Cristo, no me
humilléis, he deseado amar; pero; soy tan intolerante a la
desdicha; ¡Cristo!, os amo; sabed que, yo lucho pero, estoy
tremendamente solo; ¡Cristo!; no os alejéis de
mí; vuestra presencia es…

No hallo palabras, soy bendito y maldito al
mismo tiempo; santo y pecador, buscador de vida y cobarde; pero;
no soy un traidor; De Pedro, el Santísimo, yo no me
conduelo; De Pedro, haber sido, no te habría traicionado;
¡Lo juro por mis hijos y por Vicentico, mi nieto
prematuro!

¡Cristo!, yo os busco en
letanías que no culminan.

¡Cristo!, la serenidad es vasta en
mí. ¡Cristo!,

La esperanza no es redentora en mi
país.

¡Cristo!, hay tantas yagas en mi
cuerpo; pero, ¡tantas!

Yo os amo con devoción; y, en
nuestras conversaciones,

Hay paz. ¡Dadme paz!, ¡dadme
amor!, ¡dadme sabiduría!

¡Cristo!, la serenidad es de ocaso en
Madrid, en Santiago

De Chile, en calle Matucana, en los cantos
del asesinado

Víctor Jara. ¡Cristo!,
reivindicadnos, no con tu látigo

Fustigando a los vendedores en
Jerusalén; ¡Dadnos paz!

La veracidad es amar; no hay otra
alternativa;

¿Qué pensáis?;
¿que los pobres siempre serán pobres?;

Este planeta está podrido de
entrañas; ¡Cristo!, no me

Humilléis; Pediré a Dios
perdón por mis poemas.

Sencillez de
Corazón

Me alivio de observar las
petunias en el sagrado destello del sol, culminando, como un
Apocalipsis, en donde mi alma retoza en ralente y en significado
de amor.

Mis versos son pájaros que huyen,
pero, pájaros crucificados; mis versos constituyen
"Textos" sagrados para Cristo, porque, a Cristo me he humillado
pidiéndole amor.

De cuando en cuando, me santifico, sin
beber vino.

De cuando en cuando, soy diáfano y
vivo alegre.

Mis zapatos son ásperos y, en altura
sobrevivo,

Rodeado de estrellas ágatas
incontenibles de mi

Corazón. En Chile vivo y, en la
cordillera, existo.

Estoy rodeado de amor. Y, a Cristo, canto
estos poemas

De sencillez espiritual. Vivir y cantar,
amad y

Bendecid; Estas súplicas son
mías; agradezco

A nuestro Padre el templo que, en mi
habitación hay;

Allí, escribo mis poemas;
allí, suplico mis poemas;

Allí, me desnudo para dormir;
allí existo y sobrexisto.

La tibiedad llega a mis manos en
lontananza.

La tibiedad es mirada de Mesías en
lontananza.

La tibiedad es el Pacífico, la
tibiedad son tus manos:

Admiro a Cristo, le admiro,
¿comprendéis?

Látigos

Amando

Demos de comer a los
pobres;

¡Todos están condenados al
infierno!; ¡los ricos!

El Papa ¿está obrando en
bien?

Yo no dudo del Papa,

Dudo de la riqueza.

¡Cristo!, ¡bendíceme!;
¡Cristo!, danos con tu látigo.

Busco escapar a la pobreza, pero, hay
tantos pobres, que yo he pisoteado

(Ignoro si por descuido o por
ignorancia).

¡Cristo!, dadme un látigo;
¡Cristo!, bendecidme.

He comprado un revólver, que estalla
con flores;

Yo disparo por doquier pero, en
silente.

Los ladrones de cuello y corbata me
asfixian.

¡Cristo!, ¡mutílame!,
tengo pan de sobra y no lo comparto.

He hallado consuelo en un texto
Apocalíptico:

"Los torsos desnudos de los
degenerados

Asolan

Las pobres ciudades de
Oriente;

Estas yeguas son sodomitas y lamen
culos podridos de riqueza;

¡Todos están condenado por
Cristo al infierno!;

Podridos…

De entrañas."

He hallado consuelo; eso es
todo;

Látigos de Amor

Deseo denostar a los
traidores, a los judas, a los Papas que permiten a los sodomitas
contraer nupcias en Roma; Todos estos degenerados están
condenados; No los condeno yo; los condena Nuestro
Padre.

He descubierto un paraíso y este
paraíso es mi poética;

Admiro a Wojtyla, le admiro profundamente;
¡Luchó!

Busco satisfacción entre los
gradiolos,

Busco calma leyendo el
Apocalipsis,

Busco ejercitar mis
tríceps,

Busco a Cristo con
desesperación.

Un aeroplano en llamas soy yo.

¡Puerco infectos y
degenerados!,

¡Sabandijas!,

¡Hijos de la concha!;

Todos los Congresistas de mi país
están condenados;

No los condeno yo;

Los condena la juventud;

¡Libertad para el pueblo oprimido de
Chile!;

Libertad para el esclavo…

Yo estoy contento de amar a Cristo y llevo
mi cruz.

Sencillez de Amor

La virtud de amor es de
líquido, es de fe, es de cristiandad.

Yo deseo que los hombres se comprendan a
sí mismos;

Eso deseo yo;

Pero, ¿por qué aferrarse a la
cruz?, preguntan los ingenuos.

Cristo es nuestra vida eterna y en Cristo
hay salvación.

Estoy rodeado de vida y esta vida es
singularísima;

La corteza del madero está
floreciendo en jazmín de alondra;

Y este jardín es para los que aman y
persisten hasta la muerte en los valores éticos que
nuestro Padre Celestial nos entregó.

¡Buscadle a Él!

Yo brindo por Cristo y, enhorabuena,
continuo brindando por Cristo;

Yo sé padecer con perfecta
armonía: hay una cruz en mi rostro;

¡Buscad mis yagas!; estoy ardiendo de
dolor;

Pero, la misticidad es dolorosa: hay que
tener valor y sabiduría:

Amar en espíritu y perseguir a Dios
incansablemente.

Yo deseo amar, yo deseo a Cristo
virginalmente.

Silencio de Amor

La vastedad del
tiempo

Es una flor,

¡Cristo!, nos bendice con su
sencillez de espíritu.

Nada has pedido y todo lo
tendrás…

Yo sé que no
confías… Sé prudente, eso es
todo.

La vastedad de Cristo

Es infinita,

He busco consuelo entre los
jazmines

Pero las alondras me han
traicionado.

Sed prudente y calmaos de
espíritu.

La bondad de Cristo es tremenda:

Es infinita la expansión del
universo

En su vitalidad.

¡Yo le amo!,

¡Yo le suplico!,

¡Yo me conduelo!

Sinceridad de Amor

He traicionado a Dios sin
saberlo y mi castigo es terrible,

Habré de vagar por la tierra por
siempre hasta el último día de mi vida.

¡Cristo!, ayúdame,
¡Cristo!, ampárame.

Yo nada he pedido, sólo
felicidad,

Pero, nuestro Padre, no desea colmarme de
felicidad.

Los Arcángel insisten pero Yo no
deseo.

La vastedad soy Yo.

¡Amo a Cristo! Y detesto a Uribe
por sus yerros;

No hay perdón para
él.

¿Habré de soportarle?, o
¿lo mataré?

Estoy pensando pero estoy ciego de
terror…

Amanecer

Yo doy toda mi vida por
Cristo, le doy mi espíritu.

Dar no es recibir, dar es una colmena de
amor.

Buscando eucaliptos, yo soy dichoso de olas
de mar,

Buscando celestialmente, yo amo a
Cristo:

Me seducen las olas, y, en celosía,
la vida es grata.

Doy testimonio de fe.

¿Acaso, la delirante realidad me ha
zarandeado de tal manera, que, mi Padre me aborrece?

Yo doy toda mi vida por mi
Padre;

Absolutamente todo:

Mis hijos no; ya que, su destino depende de
ellos…

Pero mi carne
sí…

Yo doy condolencia por mi vida,

Que de martirio ha sido;

Pero, tengo esperanza de vivir, no como un
esclavo, sino que, como civilizado.

Amar no es recibir.

Te Acepto

Amar a Cristo es amar a Dios y
mi Padre me acepta.

Hay abejas muertas en mi casa, que no es mi
casa; ya que yo, no poseo nada.

Tengo cuarenta y cuatro años y vivo
de la alegría de morir.

¡Cristo!,
sálvame…

He buscado piedras en el mar y piedras he
hallado para dar a mis hijos, que muchos son; también
tengo nieto: ¡Vicentino!, es su nombre.

Yo he amado de tal manera, que he confesado
toda mi vida en peregrinación:

Hay aves azules a mi alrededor, hay nubes
también.

La dulce realidad es tormentosa, pero yo
vivo de la alegría de vivir en Dios.

Mi Padre es Celestial y yo soy su
Hijo.

Como piedras pero no gusanos.

Partes: 1, 2, 3
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